Creyeron que el fulgor de las estrellas, iba a enceguecer a sus ocasionales rivales, atemorizarlos y derrotarlos por “más de tres goles”.
Sucrepress.com
2022-11-23
De nada sirvió el penalti inventado, la lluvia de tarjetas amarillas 7 contra 0 buscando tal vez una roja, la excesiva confianza en el triunfo y el desprecio por la selección saudita, porque los ocasionales rivales se bastaron con corretear a los astros durante los 90 minutos para imponerse 2 a 1.
Argentina llegó a Qatar rodeada de las más laudatorias notas periodísticas, como la publicada por Juan Estevez en The Sporting News, quien escribió: “Sin embargo, el potencial goleador de Argentina es claramente superior al de esas selecciones y en un partido que se espera que tenga a los de Lionel Scaloni jugando plenamente en campo rival, no sería para nada descabellado esperar tres goles o más por parte de la Albiceleste”.
Esas son las ideas triunfalistas que difundieron la generalidad de los medios de comunicación deportivos argentinos.
Ostentaban además, el título obtenido en la Copa América del año pasado, haber clasificado a Qatar invictos y sostener 36 partidos oficiales sin perder.
Creyeron que el fulgor de las estrellas, iba a enceguecer a sus ocasionales rivales, atemorizarlos y derrotarlos por “más de tres goles”.
Esta forma de presionar a su equipo sin embargo, fue asumida por Lionel Scaloni con mayor mesura, cuando en la víspera del partido frente a los sauditas dijo “no estamos obligados a ganar la Copa del Mundo, para nada. Vamos a competir”.
A partir de este castigo que puede ser a la vez un acicate, Argentina tiene la oportunidad de rehacerse y mejorar su rendimiento para enfrentar a México y a Polonia, pero sin presupuestos, sino con trabajo denodado cuando no sacrificado.