¿Qué sería de la existencia humana sin referentes futuros, deseables, soñables y potencialmente vivibles?

Sucrepress.com

2023-04-04

¿Qué sería de la existencia humana sin referentes futuros, deseables, soñables y potencialmente vivibles?

Nosotros desde hace tres meses junto a los abogados independientes, estamos soñando con lograr nuestra utopía: construir una justicia realmente independiente, eficiente y pronta.

Es cierto. En todas las encuestas, foros, conversatorios y una suerte de encuentros, la justicia con esas cualidades, es el sueño de todos.

Pero habría que ponernos en contexto, porque el problema de la justicia no es técnico como nos dicen, sino, es esencialmente político.

Solo a manera de ejemplo, mencionamos que para los gobiernos de los últimos 50 años, la justicia ha sido su preocupación de primer orden. Una vez en el palacio quemado, la han puesto siempre a su servicio.

Recordemos que las juntas militares que instauraron gobiernos dictatoriales en nuestro país, lo primero que hicieron es cambiar a los ministros de la Corte Suprema, con juzgadores afines.

Al triunfo de la revolución del 9 de abril de 1952, los movimientistas le pusieron candado a la Corte Suprema y a la Fiscalía General por cinco meses.

En la reapertura con nuevos magistrados, los revolucionarios dijeron que la justicia ya no será de la oligarquía minero feudal, sino, del pueblo en armas.

Durante los últimos 16 años, la justicia ha sido envilecida en grado superlativo, es ahora, un eficiente instrumento de persecución política, acorde con la teoría marxista del Estado que sustentan los titulares del régimen.

El prontuario del materialismo histórico dice: “El Estado Socialista, que ha surgido como resultado de la victoria de la revolución socialista, es el instrumento político de la clase obrera, el instrumento para aplastar a la burguesía y a los terratenientes derrocados y para construir la nueva sociedad, la sociedad comunista”.

La moraleja que nos deja esta coyuntura, nos induce a pensar que sólo una corriente política que sea capaz de restaurar en toda su magnitud la democracia, podría ser la que le devuelva la credibilidad RELATIVA a la justicia boliviana.

Ya que el problema es político, no hay miras de que la situación de la justicia cambie, porque no existe el partido que sea capaz de cambiar el actual estado de cosas, dado que el circo instalado desde el palacio de gobierno y el Chapare, le ha quitado todo protagonismo a cualquier corriente alterna al actual régimen.

Al como se ve, la justicia independiente continúa instalada en el imaginario colectivo como un sueño de todos los que aún creemos en la Diosa Themis.